“Diay, póngale café con leche”.

Definitivamente soy viejo. Debo dejarle espacio a los “millennials”. O…. ¿debo realmente dejarle espacio a los “millennials”? A mis tiempos, y créanme, no soy centenario, apenas tengo 63, entrar en un café para tomar un café era cosa sencilla, tan sencilla como pedir un café en sus dos únicas variantes: negro o con leche.