Por Franco Cerutti

¡Hola, queridos lectores procrastinadores! ¿Cómo están? Seguramente, aplazando todo para mañana, ¿verdad? ¡No se preocupen, yo también lo hago! Es por eso que hoy quiero hablar sobre el motivo por el cual dejamos todo para el último minuto.
Primero que nada, tenemos que aceptar que somos seres humanos imperfectos. A veces, simplemente no tenemos ganas de hacer algo en ese momento y decidimos posponerlo para más tarde. Otras veces, nos distraemos con otras actividades más divertidas, como ver series en Netflix o jugar videojuegos, y antes de que nos demos cuenta, el tiempo se ha acabado.
Pero no todo es culpa nuestra, también hay que culpar al sistema educativo que nos ha enseñado a trabajar bajo presión. Desde la escuela, nos han obligado a hacer trabajos y tareas de último momento, lo cual nos ha llevado a pensar que podemos hacer todo en el último minuto sin problema. Y sí, podemos hacerlo, pero no siempre obtenemos los mejores resultados.
Otro motivo por el cual procrastinamos es por la falta de motivación. A veces, no encontramos el incentivo suficiente para hacer algo, ya sea porque no nos gusta, porque no nos interesa o porque no vemos los beneficios a corto plazo. Entonces, lo dejamos para después y seguimos postergando.
Y finalmente, está la ley de Murphy, que dice que si algo puede salir mal, saldrá mal. ¿Cuántas veces han intentado hacer algo con tiempo suficiente y algo ha fallado? Tal vez el ordenador se ha roto, la conexión a internet ha fallado o simplemente no hemos tenido las herramientas necesarias para completar la tarea. Y ahí es donde entra la procrastinación, como una especie de defensa para no lidiar con la frustración.
En conclusión, procrastinar es algo que todos hacemos, incluso yo mismo he estado posponiendo escribir este artículo hasta el último momento. Pero no hay que preocuparse, siempre habrá tiempo para hacer las cosas, incluso si es en el último minuto. Eso sí, si quieren obtener mejores resultados, les recomiendo que empiecen a trabajar con más anticipación. Y si no lo hacen, bueno, siempre pueden buscar un artículo humorístico en internet que les haga sentir mejor. ¡Hasta la próxima, procrastinadores!