Por Franco Cerutti
Seguro que en algún momento de tu vida te has hecho esta pregunta existencial. Tal vez te has despertado en medio de la noche, sudando y temblando, con la certeza de que tu destino depende de la respuesta. Bueno, tengo una noticia para ti: ¡a nadie le importa!
Sí, lo siento, pero es la verdad. Puedes ser el león más feroz de la sabana, con una melena que hace temblar a las gacelas de miedo, o la gacela más veloz que haya pisado la tierra, capaz de esquivar a los leones con la elegancia de una bailarina. Pero al final del día, nadie va a mirarte y decir: «Wow, ese es un león increíblemente impresionante» o «Esa gacela es tan hermosa, desearía ser como ella».
¿Por qué? Porque la verdad es que la mayoría de la gente tiene cosas mucho más importantes en qué pensar. Como pagar las facturas, ir al trabajo, cuidar a sus hijos o intentar sobrevivir en un mundo cada vez más complicado. No tienen tiempo para preocuparse por si eres un león o una gacela.
Y si aún así piensas que es importante, piensa en esto: ¿alguna vez has visto a un león o una gacela preocuparse por lo que piensan los demás? No, ¿verdad? Porque para ellos, lo importante es sobrevivir. El león tiene que cazar para alimentar a su familia, y la gacela tiene que correr para escapar de los depredadores. Esa es su realidad, y no les importa si alguien los encuentra impresionantes o no.
Así que, la próxima vez que te hagas la pregunta, recuerda esto: eres quien eres, y eso es todo lo que importa. Si eres un león, caza con orgullo. Si eres una gacela, corre con gracia. Pero no te preocupes por lo que piensan los demás. Porque al final del día, lo único que realmente importa es que estés vivo y disfrutes de la vida, sin importar si eres un león o una gacela.
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