Por Franco Cerutti

Si hay algo que une a la humanidad, es nuestra inquebrantable necesidad de hacer cosas que no deberíamos hacer. Desde el hombre de las cavernas que decidió que sería una buena idea acercarse demasiado al borde del acantilado para ver si podía atrapar a ese lindo pájaro, hasta el amigo que insiste en enviar mensajes de texto mientras conduce, todos tenemos ese pequeño demonio interior que nos incita a hacer algo peligroso o irresponsable.
Y luego está la persona que dice: «De todas formas, tarde o temprano tendrás que cruzar mientras conduzco.» Esta es la persona que ha alcanzado el nivel máximo de ignorancia y arrogancia. Esta es la persona que cree que su necesidad de llegar a algún lugar es más importante que la seguridad de los peatones.
Pero no los culpo, realmente. Cruzar la calle es una tarea difícil y agotadora. Tienes que mirar a ambos lados, esperar a que los autos se detengan y luego correr a toda velocidad para no ser atropellado. ¿Por qué molestarse con todo eso cuando puedes simplemente esperar a que alguien conduzca y te atropelle? Es mucho más fácil y emocionante.
Ahora, si eres la persona que dice esta frase, tengo una solución para ti. En lugar de decir: «De todas formas, tarde o temprano tendrás que cruzar mientras conduzco», podrías decir: «De todas formas, tarde o temprano tendrás que morir, así que por qué no hacerlo ahora mismo». Al menos sería un poco más honesto.
En serio, no es gracioso bromear con la seguridad de los demás. Si estás conduciendo, es tu responsabilidad asegurarte de que los peatones puedan cruzar la calle de manera segura. Si eres un peatón, es tu responsabilidad asegurarte de que los conductores puedan verlos y darles tiempo para cruzar.
En resumen, no seas la persona que dice: «De todas formas, tarde o temprano tendrás que cruzar mientras conduzco». Sé la persona que dice: «De todas formas, tarde o temprano tendré que detenerme para dejar que los peatones crucen la calle». Tu karma y tu seguro de responsabilidad civil te lo agradecerán.