Por Franco Cerutti
Nota del autor: Este artículo está escrito con fines humorísticos y no pretende ofender a nadie. Si eres sensible al humor negro, este artículo no es para ti. La gran cantidad de imbéciles en la calle es un problema que afecta a todos. Ya sea que estemos caminando por la calle, conduciendo nuestro coche o simplemente intentando vivir nuestras vidas, siempre hay alguien por ahí que nos hace pensar: «¿cómo diablos esta persona consiguió salir de casa hoy?» Por supuesto, hay diferentes tipos de imbéciles. Está el imbécil que camina por la calle mirando su teléfono y que no tiene idea de lo que está sucediendo a su alrededor. Luego está el imbécil que conduce a 40 kilómetros por hora en el carril izquierdo de la autopista. Y, por supuesto, no podemos olvidar al imbécil que habla en voz alta en el cine durante toda la película. Pero, ¿por qué hay tantos imbéciles en la calle? ¿Es que la educación se ha vuelto más mediocre? ¿O es simplemente que la gente se ha vuelto más tonta con el tiempo? La verdad es que nadie sabe realmente la respuesta. Lo que sí sabemos es que la cantidad de imbéciles en la calle está aumentando, y no hay señales de que esto vaya a cambiar en el futuro cercano. Pero, ¿qué podemos hacer para protegernos de los imbéciles en la calle? Bueno, aquí hay algunos consejos: 1. Mantén tus ojos abiertos. Si estás caminando por la calle, asegúrate de estar atento a tu alrededor. Si ves a alguien que parece un poco «fuera de lugar», mantente alejado. 2. No te molestes. Si te encuentras con un imbécil en la calle, simplemente sigue adelante. No pierdas tu tiempo tratando de razonar con ellos. No va a servir de nada. 3. Ríete. A veces, todo lo que puedes hacer es reírte. La vida es demasiado corta para preocuparse por los imbéciles en la calle. En lugar de estresarte, simplemente ríete de la situación y sigue adelante. En resumen, la gran cantidad de imbéciles en la calle puede ser molesta, pero no es el fin del mundo. Simplemente mantén tus ojos abiertos, no te molestes y ríete de la situación. Y recuerda, siempre hay alguien peor que tú.
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